jueves, enero 19, 2012

#3

Anoche no me porté muy bien. Y no precisamente porque haya desobedecido, no, sólo fue una ligera vacilación. Nada más que eso, un breve momento de molestia, de desacuerdo.

Me valió para mi primer... ¿sodomía?, sí. Eso. No fue tan malo como lo imaginaba, en realidad. Es una sensación extraña, pero dado que ya estaba excitada para ese momento, me resultó placentera. Mis clientes no habían tenido la curiosidad de pedírmelo, en general eran hombres de miembros apresurados que entraban y salían con la misma premura que le daban el beso de los buenos días a sus quimeras embatadas, o eso me imagino. Porque si una mujer no aguanta ni para un faje rápido, probablemente sea de aquellas que donde miran, duelen. Total.

Todo fue mi señor no me dejó tocarme. Yo no estuve tan de acuerdo y así fue como me castigó, mi primer castigo. Valió la pena, porque siempre había sentido curiosidad y ahora creo que podré aficionarme...Quiero más.

Fue frustrantemente delicioso, yo ahí bocabajo, desnuda de la parte inferior de mi cuerpo gritando desde el charco en mi entrepierna: por favor, hazlo, hazlo ya. Así me quedé dormida, afortunadamente.

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Everybody now! Wriiiiiinch: